La siguiente historia alguna vez la escribí, pero, como formaré un trio es importante recapitularla...
Transcurrieron muchos días hasta que me animé a dejarle comentario, muchos más para intercambiar direcciones y ser contactos de msn. Hasta que llegó el día, desde el comienzo hubo algo que nos conectó, la música; las conversaciones siempre iban del timbo al tambo, por momentos nos deteníamos a chismosear de los respectivos galanes de turno -hoy hacen parte del stock de los in-nombrables-. Imposible dejar de mencionar que siempre, quizá por locura o seriedad, recalcábamos en el tema de si parecíamos lesbianas o no. (Para información del visitante debo decir que no, NO rotundo) nosotras -a pesar de todo- amamos los "males", dicen por ahí que todo mal es necesario.
Hace algún tiempo escribió para mí algo que me dejó fuera de base, sé lo que es pasar por momentos difíciles y tener que decidir entre si huir es lo indicado o mejor una verdad a medias. Lo admito, empecé a preocuparme de más, -ni escribo todo lo que pasó por mi cabeza- entonces, por unanimidad decidí que iba organizarle una sorpresa, no sólo porque a los miembros de la familia del alma es bello demostrarles lo importantes que son en nuestras vidas, también, porque no hay mejor regalo que robarles unas cuantas sonrisas.
"Te cuento Blue -aquí entre nos- que fue sencillo organizarla, sobretodo teniendo en cuenta que conté con la ayuda de alguien muy especial. Y no, ésta no es la sorpresa, es el preámbulo de lo que se aproxima, vente tranquila, nada de pensar que te voy a bajar la luna, ni nada de aquellas cosas que te gustan tanto, Calamaro cobra un montón por dar serenatas, así que descártalo; poemas tampoco, ni haciendo el mejor de mis esfuerzos me fluiría uno; a mediados o finalizando la semana estará lista, sucede que la tengo de un cachito pero no está como quiero, así que te aguantas y me tienes paciencia, ¿si?... Gracias, tan querida como siempre... jajaja"