Diario íntimo, s. Registro cotidiano de aquellos episodios de la vida que uno puede contarse a si mismo sin sonrojo.
Cupido, s. El llamado dios del amor. Esta creación bastarda de una bárbara fantasía fue indudablemente infligida a la mitología para que purgara los pecados de sus dioses. De todas las concepciones desprovistas de belleza y de verdad, esta es la más irracional y ofensiva. La ocurrencia de simbolizar el amor sexual mediante un bebé semiasexuado, de comparar los dolores de la pasión con flechazos, de introducir en el arte este homúnculo gordito para materializar el sutil espíritu y la sugestión de una obra, todo esto es digno de una época que, después de darlo a luz, lo abandonó en el umbral de la posteridad.
Ilusión, s. Madre de una respetabilísima familia, que incluye al Entusiasmo, el Afecto, la Abnegación, la Fe, la Esperanza, la Caridad y muchos otros vástagos igualmente virtuosos.
Amor, s. Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo.
Médico, s. Alguien a quien lanzamos nuestras súplicas cuando estamos enfermos, y nuestros perros cuando nos hemos curado.
Curiosidad, s. Reprensible cualidad de la mente femenina. El deseo de saber si una mujer es, o no, víctima de esa maldición, es una de las pasiones más activas e insaciables del alma masculina.
Acusar, v.t. Afirmar la culpa o indignidad de otro; generalmente, para justificarnos por haberle causado algún daño.
Discusión, s. Método de confirmar a los demás en sus errores.
Celoso, adj. Indebidamente preocupado por conservar lo que sólo se puede perder cuando no vale la pena conservarlo.
Ecuanimidad, s. Disposición de soportar ofensas con humilde compostura, mientras se madura un plan de venganza.
* Emoción, s. Enfermedad postrante causada por el ascenso del corazón a la cabeza. A veces viene acompañada de una copiosa descarga de cloruro de sodio disuelto en agua, proveniente de los ojos.
* Locura, s. Ese "don y divina facultad" cuya energía creadora y ordenadora inspira el espíritu del hombre, guía sus actos y adorna su vida.
Una vez, adv. Suficiente.
Reconsiderar, v. t. Buscar una excusa para una decisión ya tomada.
Disculparse, v. i. Sentar las bases para una ofensa futura.
Reconciliación, s. Suspensión de hostilidades. Tregua armada para desenterrar a los muertos.
Amistad, s. Barco lo bastante grande como para llevar a dos con buen tiempo, pero a uno solo en caso de tormenta.