Mucho más grave
Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabes tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte,
cuando digo todas las parcelas,
no me refiero sólo a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte,
y carajo perderte,
y volverte a encontrar,
y ojalá nada más.
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llora.
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizás por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero sólo a que día tras día,
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades,
o que yo pueda creerme que puedo convertir mis reveses en victorias,
o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación.
¡No!
La cosa es muchísimo más grave.
Cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo,
también estás reescribiendo mi infancia,
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran,
y vos en cambio sabes que eso no sirve.
Quiero decir que estás rearmando mi adolescencia,
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos,
y vos sabes en cambio extraer de ese páramo,
mi germen de alegría y regarlo mirándolo.
Quiero decir que estás sacudiendo mi juventud,
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos,
esa sombra que nadie arrimo a su sombra,
y vos en cambio sabes estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas,
y quede la armazón de mi verdad sin proezas.
Quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia,
este extraño confín de angustia y nieve,
esta bujía que ilumina la muerte,
este precipicio de la pobre vida.
Como ves es más grave,
Muchísimo más grave...
Porque con estas o con otras palabras,
quiero decir que no sos tan sólo,
la querida muchacha que sos,
sino también las espléndidas o cautelosas mujeres
que quise o quiero.
Porque gracias a vos he descubierto,
(dirás que ya era hora y con razón),
que el amor es una bahía linda y generosa,
que se ilumina y se oscurece,
según venga la vida,
una bahía donde los barcos llegan y se van,
llegan con pájaros y augurios,
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa,
Donde los barcos llegan y se van
Pero vos,
Por favor,
No te vayas.
Mario Benedetti
Mis no 15 min.
Puedo asegurarte que moví todos mis contactos pero no pude hacer que “Juazz” te lo recitara, entonces dije quizás no le disguste escuchar este fragmento de Rayuela en la mismísima voz de Cortázar...
Sorprenderte a vos es tan tan difícil más cuando se carece de originalidad… Si fuera original te enviaría una tarjeta que diría algo así...
“Te espero en la cumbre del Aconcagua… ¡no faltes¡… Azul.
¡aja! … por compartir un metro cuadrado con tu amistad olvidaría mi vértigo y escalaría sin una sola queja, seguramente llegaría tarde y no por esa maniática costumbre de hacerlo sino por no saber el oficio de escalar, el frío sería tan insignificante más cuando se tiene mucho porque brindar y ahí en entre tanto silencio entre nuestros ecos nos despojaríamos de todo aquello que ahora se ve tan pequeño, todos esos arrogantes malestares que se quedaron en el camino solo serían un gran peso menos. Lo único que no haríamos es cantar, eso sería la causa de una gran y devastadora avalancha, a mi gusto prefiero bajar como subí, con mis dos pies y no a de 100 km. por hora…
La originalidad no es una de mis virtudes es por ello que solo tenés que conformarte con un pedido público para que seas mi amiga por siempre y para siempre…
Gracias por ese 2 de febrero y sus fraccionados quince minutos …
Te quiero muchooo (L) .. de AzuL /ohhhhhh/